Los drones aún no tienen un roll activo en el día a día de la agricultura. A pesar de los avances en el hardware de DJI y otros fabricantes en la planta de semillas y lanzamiento de pesticidas, la mayoría de las aplicaciones de drones para granjas y cultivos son aún muy pasivos: mapas, inspección de cultivos, etc.

Sin embargo el Goberno de Colombia lleva un año desarrollando junto a operadora de drones Fumi Drones un sistema de fumigación autónoma de cultivos de cocaína para desmantelar el comercio de los narcotraficantes.

Drones desmantelando el comercio de la cocaína

Varias fuentes informan que el Gobierno de Colombia ha puesto en marcha 10 drones con un potente herbicida para encontrar y destruir campos de cocaína.

Tras meses de estudio y años de fumigación manual y aérea, el Gobierno Colombiano ya utiliza estos drones como herramienta eficaz contra el narcotráfico.

Uno de los datos más importante es que los drones son lo suficientemente sensibles para prevenir daños humanos y destrozos de cultivos legales cercanos.

Fumi Drones a proporcionado al Gobierno Colombiano una flota de 10 drones y ha impartido entrenamientos de pilotaje a la policía.

La primera operación que realizó Fumi Drones junto con la policía ha sido mas que satisfactoria. El 90% de los cultivos de coca del Departamento de Narino han sido destrozados. Estos cultivos se atacaron con los 10 drones de 23kg cada uno cargados con el herbicida glifosato.

Este éxito de las primeras operaciones en campo abierto es un alivio para el Gobierno Colombiano. A principios de verano la Oficina Nacional de Control de Drogas de los EEUU publicó unos datos preocupantes y que provocaron la puesta en marcha de los drones contra el comercio de la cocaína. Los datos revelaban que el crecimiento del cultivo de cocaína en Colombia había llegado a los máximos históricos: un incremento del 11%, de 465000 acres en 2016 a 516000 en 2017.