Actualmente, uno de los mayores inconvenientes de los drones profesionales, es que requieren de un pilotaje muy técnico por parte del piloto o una muy buena planificación al programar vuelos autónomos. Todo por no acabar con un dron de varios miles de euros hecho pedazos, por chocar contra algún objeto que se interpuso en su camino.

Para solucionar este problema Andrew Barry, como parte de su tesis en el MIT, ha sido unos de los pioneros en desarrollar un software que permitirá a los drones esquivar obstáculos de forma autónoma.

El sistema de Barry recurre a algoritmos de visión artificial con el que el drone es capaz de conocer el entorno por el que se va moviendo casi en tiempo real. En apenas 8,3 milisegundos el software extrae y analiza la información del entorno que le proporciona cada cuadro de imagen de unas cámaras situadas en cada ala. Como se aprecia en este video, puede analizar y reaccionar, con el dron a 50 Km/h.

Además genera un mapa en tiempo real para asistir vuelos posteriores en entornos ya recorridos. No obstante, esta forma de trabajar tiene bastantes limitaciones por ahora. Si bien la velocidad a la que puede volar es mucho más alta que los drones autónomos actuales, solo puede hacerlo en entornos abiertos y con obstáculos bien definidos y separados, los cuales deben estar en su plano frontal.

Habitualmente, la tecnología que se usa para conocer el entorno en que se mueve un vehículo autónomo suelen ser radares de tipo LIDAR o mapas creados previamente como Kinect. Pero en drones profesionales, ni los pesados sistemas LIDAR ni el mapeo previo son muy factibles.

Por si estáis interesados en conocer mas sobre este proyecto, aquí tenéis un VIDEO de 2012 de los inicios de este proyecto de Barry y más profesionales.